martes, 11 de agosto de 2015

Dejame

Dejame solo esta noche
conocerte, como nadie a hecho,
y créeme, que no habrá veneno,
en las mordidas que caerán en proclive vuelo.
Hacia tu cuello.
Hacia tus cabellos y senos.
Créeme, querrás no haber visto el cielo
cuando, por la noche, prenda el vuelo.

Déjame desnudarte,
interiormente a palabras,
y salvajemente a dentelladas
tu exterior al exterior, extasiada.
Como cruelmente engañada.
Como exotericamente emocionada.
Créeme, querrás no haber visto el cielo
cuando, por la noche, prenda el vuelo.

Dejame engatusarte.
Que la naturaleza vaya a su curso,
mientras la mente disfruta del fruto
de mis salvas, de mi amor ya no más mudo.
No perteneciente a este mundo.
Llegaré hasta tu rincón más profundo.
Créeme, querrás no haber visto el cielo
cuando, por la noche, prenda el vuelo.

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